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Foto del escritorSusana de Murga

La ficción es un refugio, un espejo y una lupa

Actualizado: 29 oct 2024


La ficción es un refugio

Hacer ficción es narrar historias que, aún sin existir en la realidad, exploran los recovecos más profundos de la experiencia humana; por ello, desde que apareció el lenguaje, la ficción ha influido en la forma de ver el mundo y concebir nuestra propia vida.


La narración tiene como primer objetivo el entretenimiento; por eso Las mil y una noches cuenta que Sherezada salvó la vida con relatos creativos que gustaban al sultán. 


La reflexión es una virtud que fomenta la literatura y Don Quijote de la Mancha la promueve gracias a la humanidad de sus personajes, en tanto que Cien años de soledad todavía retrata la idiosincrasia latinoamericana debido a la capacidad de observación de García Márquez, a la estructura concéntrica y al lenguaje barroco que eligió.


Una cualidad más de la literatura es la universalidad; Pedro Páramo se lee en todo el mundo porque la identidad y la muerte son temas siempre vigentes, también porque la oralidad nos aproxima a los personajes y aporta verosimilitud.


Gracias a las estrategias narrativas, los escritores plasman en sus páginas emociones capaces de tocar el alma, como hacen Matar a un ruiseñor de Harper Lee u Ojos azules de Tony Morrison al confrontar el racismo y la injusticia mediante la mirada de una niña. Por su parte 1984 de George Orwell nos enfrenta a la opresión de un régimen totalitario desde la perspectiva de un hombre atrapado en un sistema implacable. 


Fomentar la reflexión, la empatía y el cuestionamiento social o personal en el lector es una de las mayores retos del escritor que, como dijo Saramago, es un ser inconforme con la realidad pero siempre esperanzado. Con esa doble intencionalidad escribió Dostoievski la novela Crimen y castigo, como un ataque a la idea egoísta del súper hombre pero apostando por el arrepentimiento y la responsabilidad. El Capitán Ahab de Moby Dike de Herman Melville es el opuesto de Raskolnikov: sin cometer crimen alguno busca venganza y arrastra con él a su tripulación. En este caso la esperanza radica en la metáfora de la ballena, en descubrir a tiempo nuestros monstruos para evitar la desgracia a la que conducen el odio y el desquite.


La ficción no sólo impacta a nivel individual, también tiene el poder de catalizar el cambio social. La cabaña del Tío Tom de Harriet Beecher Stowe, por ejemplo, fue instrumental en el movimiento abolicionista en Estados Unidos, ayudando a sensibilizar al público sobre los horrores de la esclavitud. Los miserables de Victor Hugo, por su parte, no solo es una epopeya sobre la redención y la justicia, sino también una crítica feroz a las condiciones de vida de los pobres en la Francia del siglo XIX. A través de estas historias, la ficción puede iluminar las sombras de la sociedad, generando discusión y promoviendo la acción.


Sin embargo, mantener la originalidad en un mercado literario saturado es otro desafío importante para los escritores actuales. La capacidad de innovar y sorprender al lector, sin perder coherencia o profundidad ni pretender el adoctrinamiento es una habilidad que distingue a los grandes autores.


La disciplina y la persistencia son cualidades esenciales. Muchos escritores enfrentan la frustración de no ver resultados inmediatos y olvidan que la escritura de ficción no es sólo creatividad, sino también un ejercicio de resistencia y compromiso.


Hay que añadir que la escritura es un acto solitario que la publicación convierte en producto público, abierto a la interpretación y la crítica, por lo que es crucial encontrar un equilibrio entre la visión personal del autor y las expectativas externas.


Por último, la promoción y visibilidad de una obra son también desafíos importantes. Los escritores de ficción a menudo deben convertirse en sus propios promotores, lo cual requiere habilidades en marketing y relaciones públicas, áreas en las que muchos no se sienten cómodos o experimentados.


A pesar de estos desafíos, las bondades de la ficción superan con creces sus dificultades. La capacidad de crear y tocar vidas es un privilegio invaluable al que debe añadirse la inmensa bondad de encontrar una voz, un espacio semejante al que ofrece la meditación porque, en esencia, la ficción es un acto de fe.


"La libertad requiere igualdad"

@susanademurga


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